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LA DNCD NO FIGURA EN LA CONSTITUCION DEL 2010; LA CARTA MAGNA AUTORIZA A LA PN PERSEGUIR DELITOS PENALES

Por Rafael G. Santana

La Dirección Nacional de Control de Drogas DNCD no figura en  la Constitución del 2010.

En esta moderna pieza  se autoriza a la Policía Nacional a perseguir los delitos penales.

Al dejar fuera a la DNCD del texto constitucional y el Poder Ejecutivo no enviar ninguna ley especial esta institución y la ley 50-88 quedan en el limbo sin un sustento legal para avalar sus operaciones, toda vez que una ley no puede sustituir a una nueva constitución y lo que ella manda.

El artículo 255 dice Misión. La Policía Nacional,  es un cuerpo técnico, profesional, de naturaleza policial bajo la autoridad del Presidente de la República, obediente al poder civil, apartidista y  sin facultad, en ningún caso, para deliberar. La Policía Nacional tiene por misión.

1- Salvaguardar la seguridad ciudadana.

2- Prevenir y controlar los delitos.

3- Perseguir e investigar las infracciones penales, bajo la dirección legal de la autoridad competente.

4- Mantener el orden público para proteger el ejercicio de los derechos de las personas y la convivencia pacífica de conformidad con la constitución y las leyes.

En este caso la autoridad legal competente que tiene bajo dirección a la Policía Nacional y su Dirección Central Anti narcóticos DICAN, es el presidente de la República Danilo Medina y el Ministerio de Interior y Policía.

Para que no haya la menor duda sobre la legalidad de la Policía para perseguir e investigar el delito penal el artículo 261 de la Constitución establece que los cuerpos de seguridad pública o de defensa. El Congreso Nacional, a  solicitud del presidente de la República, podrá disponer cuando así lo requiera el interés nacional, la formación de cuerpos de seguridad o de defensa permanentes con integrantes de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, cosa que no ha hecho el mandatario.

La propuesta de disolver la DICAN es un adefesio jurídico toda vez que es un organismo de investigación y persecución del microtrafico de drogas que forma parte de una institución del Estado que no puede cargar con acciones indecorosas de algunos de sus miembros porque esa actuación, es de carácter personal y la institución no la puede asumirla como suya, sino que debe poner en marcha los mecanismos de investigación para someter a la justicia a los responsables de estos hechos vergonzosos como en este momento hace la policía con el caso de la DICAN.

Por vinculaciones con el trafico de drogas narcóticas, lavado de dinero, sicariato y el crimen organizado en la DNCD han cancelados a coroneles, oficiales superiores y agentes y la DNCD  no ha sido disuelta.

En  el Instituto Nacional de Ciencias Forense INACIF han sido cancelados y sometidos a la justicia algunos empleados por traficar con drogas y el INACIF no ha sido disuelto ni mucho menos se ha cerrado la Procuraduría General de la República por ser el organismo de donde depende.

El vaticano ha sacado a sacerdotes, obispos y cardenales violadores de niños y menores sin que la iglesia católica sea disuelta.
La República Dominicana, no es la única Nación donde se han descubiertos actos de corrupción.
Recordemos lo sucedido en Puerto Rico, donde la DEA apreso a màs de 50 policias para investigarlos por el caso de Junior Capsula o Figueroa Agosto.

De agentes del FBI, la CIA y otras agencias hemos visto donde se han apresados e investigados algunos de sus agentes y en Colombia, Mexico y otras naciones. En estas naciones no se han disueltos  estas agencias, si no lo que se ha hecho es depurarla, fortalezerla y aumentar los controles internos para que la corrupciòn no permé las misma

El asunto a debatir no es la DICAN, sino el fondo, lo institucional porque existe un grupito inquietado en la llamada sociedad civil que promueve desde hace años la disolución de la policía sin tomar en cuenta las consecuencias como ha sucedido con el Código Dominicano de Procedimiento Criminal.

Estudios de expertos en seguridad en América Latina y El Caribe aseguran que el 75 por cientos de los delitos tienen conexiones con el microtráfico.

La DICAN con sus altas y sus bajos cumple una misión importante en la reducción de la violencia, los atracos y otros delitos desmantelando los puntos de ventas  de drogas. Por esa labor gobiernos y agencias de los Estados Unidos de Norte América y Europa reconocen  su trabajo aumentando la cooperación.  Entre esos se destacan los EEUU, Francia y Canadá.

Los datos estadísticos hablan por si solos. La DICAN  ha incautado más de dos toneladas de drogas en dos años.

En vez de disolver la DICAN lo que se debe hacer es aumentarle los recursos, tecnificar su personal, realizar un saneamiento moral y sancionar a los que dentro de ella delinquen burlándose de sus superiores y la sociedad.

Esperemos los resultados de las investigaciones en la DICAN a cargo de procuradores adjuntos de la Procuraduría General de la República, y como dice refrán, el que siembra su maíz que se coma su pilón.

Ni amigo ni enemigo simplemente un periodista.

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