Por Rafael G. Santana
El jueves 29 de marzo fue asesinado el capitán de la policía Ramón Jiménez Montero. Este oficial caballeroso se caracterizaba por la tranquilidad que irradiaba, su lealtad y trabajo en Departamento de Crimines y Delitos Contra la Propiedad (Robo).
Los comandantes de esta dependencia conocida en la actualidad como la Dirección de Investigaciones Criminales (DICRIM) saben que este hombre lo dio todo por su institución. Tanto el jefe de la policía Mayor General José Armando Polanco Gómez y el general Héctor García Cuevas, conocían la trayectoria de Jiménez Montero en esa dependencia. Recuerdo que cuando me veía en el parqueo del Palacio de la policía: “El Táctico”, “El Super” o “El Bélico” como les decían en la DICRIM me saludaba diciéndome “Santana pase por donde Polanco Gómez; Polanco Gómez es su amigo y me daba un fuerte apretón de mano”.
Confieso que cuando el ex Primer Teniente Nicolás Martínez Martínez, que trabajó con Jiménez Montero en la DICRIM me informó de su asesinato me estremecí. Tanto Jiménez Montero y Martínez Martínez son dos ejemplos de un buen policía.
El ex oficial Martínez Martínez lo conocí en el Palacio Nacional, en el despacho de la ex secretaria administrativa de la presidencia Carmen Rosa Hernández Balaguer, que le tenia una absoluta confianza dejándolo solo en su despacho cuando salía en compañía del coronel Mosquea al despacho del presidente Joaquín Balaguer.
Actualmente, Martínez Martínez no tiene funciones porque fue suspendido y se le sometió a la justicia por una actuación en servicio que no era responsable siendo descargado en el tribunal. Los dos, Jiménez Montero y Martínez Martínez eran dos grandes amigos, este último ha lamentado su asesinato. Igual pesar tienen el Mayor General Polanco Gómez, el general García Cuevas y todo el personal de la DICRIM.
Luego de conocerse el asesinato del Jiménez Montero, el jefe de la policía Polanco Gómez hizo la siguiente advertencia “no vamos a permitir acciones de esa naturaleza, por lo que daremos una respuesta contundente contra los autores, pero sin violentar los derechos ciudadanos. Actuaremos sin contemplación”.
Esperamos que en este caso todos los responsables de este crimen atroz paguen por este hecho cobarde que le quita la vida a un policía y hombre bueno.
Confiamos que la investigación dará los resultados esperados. tanto, paz para los restos del capitán Jiménez Montero: Un policía de verdad.
