Por Rafael G. Santana
El presidente Danilo Medina mantiene un dialogo abierto que le permite obtener datos importantes para solucionar los problemas en as diferentes localidades.
Este estilo de gobernar viene dando sus frutos para impulsar la producción agrícola. También, darle solución a las inquietudes de los sectores economitos que inciden en el desarrollo nacional.
Tenemos en el Palacio Nacional a un hombre conocedor de la realidad socio-económica de la nación. Su decisión de respaldar y estimular a los hombres y las mujeres del campo es loable. Esta labor que se desarrolla es el resultado de la formación de un equipo de trabajo que interpreta su sentir.
El presidente Medina tiene en Carlos Pared Pérez un fiel y incasable colaborador que cumple a cabalidad las tareas que en el día a día le encomienda. Sin lugar a duda somos testigos de una revolución social que paso a paso transforma el gabinete y la burocracia gubernamental.
Cuando se pase balance a la administración de Danilo nadie podrá regatearle el empeño demostrado en combatir la pobreza, preservar el medio ambiente y garantizar la paz de los dominicanos y dominicanas.
La humildad de Danilo es un ejemplo a seguir por otros gobernantes en América Latina, el Caribe y el mundo donde impera el caudillismo y el aislamiento de los presidentes de sus pueblos.
Las organizaciones sociales tienen que saber aprovechar el dialogo abierto de Danilo y su presencia los fines de semana en el campo y las ciudades participando activamente en estas jornadas de esperanza y aliento a los que necesitan de la mano amiga del presidente.
Tranquilo con Danilo que es un presidente que oye, conversa y resuelve.