Por Rafael G. Santana
Durante la protesta realizada en el sector Monte adentro de salcedo fue asesinado el raso de la policía Anderson Guzmán, de 28 años de edad.
El agente de la policía recibió un tiro en la cabeza.
Este hecho cobarde es el resultado de las manifestaciones que se desarrollan en el país para condenar el no ha lugar del juez Moscoso Segarra a favor del senador Felix Bautista ya el sindico de San Francisco de Macoris, Felix Rodriguez, por alegada corrupción.
Tanto a Bautista como Rodríguez, son señalados por la sociedad por los hechos abominables cometidos en las funciones que desempeñaban, el primero en la Oficina supervisora de Obras del gobierno y el segundo Sindico.
La resolución del juez Moscoso Segarra, es un adefesio jurídico y una acción azarosa.
El policía Guzmán, se le quitó la vida cuando cumplía con su deber y no tiene quién le escriba ni mucho menos sea un tema de debates en los medios de comunicación que se encargan de diseñar campaña mediática para a posicionar la opinión y la imagen que se desear proyectar.
El policía que trabaja de sol a sol ganando un sueldo de miseria, no tiene quien le escriba.
El policía que tiene hijos a los cuales no puede comprarle los alimentos, los libros y los cuadernos, no tiene quién le escriba.
El policía honesto y ejemplo para la sociedad, no tiene quién le escriba.
Por suerte el policía que viene de abajo, cumple y es honrado, tiene el reconocimiento y el respaldo del jefe de la Policía Nacional Mayor General Manuel E. Castro Castillo.
Paz para los restos del policía Anderson Guzmán, que no tiene quién que le escriba, y por eso emito mi opinión.
