Por Rafael G. Santana
En el poblado de Katanga de Hato Viejo la gente se alimenta con hojas del palo Lam payé por falta de alimentos.
Las familia que viven en el lugar no tiene donde defecar por carecen de sistema sanitario.
Las niñas, niños y adultos tienen que trasladarse a la orilla del río porque los en los predios privados no pueden hacer sus necesidades fisiológicas..
La situación de extrema pobreza es notable inmediatamente usted llega a Katanga donde los niños andan descarsos, sin ropas y medio de cómo vivir.
La mano amiga de Carmen Caridad Hichez, que se ocupaba de darle aliento colocándole a los niños y las niñas un pedazo de pan, ropa y el, Día de Reyes repartía juguetes falleció recientemente. Pin como se le conocía en Katanga y otros sectores con recursos económicos suyos,
de sus amistades y relacionados llevan esperanza y alegría a los infantes.
El Alcalde no se interesa por esta situación y cuando hay elecciones van en busca de los votos como si nada hubiese pasado. Para muestra un botón las llamadas autoridades municipales no han instalado una letrina. Los recursos no se saben donde están, a pesar de que el denominado ayuntamiento compartido destina parte del presupuesto para obras sociales.
Hace varios años el Plan Social de la presidencia de la República realizó un operativo que duró un mes retirando el reparto sin dar una explicación a nadie. En medio de este drama social, en Katanga esperan que el presidente Danilo Medina, se aparezca para que pueda oír las voces que no tienen nada porque no produce nada.
La senadora Cristina Lizardo presta asistencia a los necesitados de La Gina, Hato Viejo, entre otros poblados.
Doña Cristina, es una dirigente política bien valorada. Estas dos mujeres: Cristina y Pinin nos enseñan que todo se puede si existe voluntad para ayudar.
El equipo humano que en vida acompañó a Pinin hacer una realidad su sueño de ayudar a los niños, las niñas y los pobres de Katanga mantendrá viva la chispa para que en cada corazón resplandezca el amor y la solidaridad.
