La Guerra por el poder político y gubernamental estalló en el Partido Revolucionario Dominicano (PRD). Durante un encuentro celebrado por el presidente del partido blanco en Salcedo, su presidente Miguel Vargas Maldonado, se quejó de que sus seguidores son maltratados por el equipo de Hipólito Mejía Domínguez.
Tras criticar el “triunfalismo” Bragas Maldonado exclamó “esas son cosas que no ayudan ala proceso de unificación, desde ya se han estado repartiendo los cargos, algunos compañeros no les dan participación para buscar el poder. Imagínese cuando eso compañeros lleguen al poder”.
1) en seguida Vargas Maldonado sentenció “ hay primero que ganar para poder entrar al Palacio Nacional y no como ha está ocurriendo ”. Resaltó que fue un ente de unidad para que se proclamara a Hipólito Mejìa.
El PRD no es un partido, sino una agrupación de presidenciales donde todos sus dirigentes se creen líderes que están por encima de los acuerdos y la mayoría partidaria (la militancia) que la usan en los procesos internos y para llegar al poder. Con la denuncia de Vargas Maldonado se repite la historia de Jacobo Majluta, que se dejó arropar por un grupo de triunfalitas, quienes sin ganar las elecciones se repartieron los cargos.
Fui testigo cuando desempeñaba el cargo de Secretario de Prensa y Propaganda de la Juventud Revolucionaria Dominicana (JRD), una comisión llevó una propuesta al licenciado Jacobo Majluta, para que le diera una diputación a Elías Wessin Chávez y Jacobo respondía que no necesitaba los votos del PQD porque estaba ganado, y les respondimos que ganaba cuando les contaran los votos y se juramentadas en el Palacio Nacional, y que el PQD tenía una cartera de 20 milo votos y vaya ironía del destino la fervencia que decidiría el ganador era de 20 mil votos y esos votos del PQD los tenía el candidato Joaquín Balaguer y con eso ganó. Una historia que deberían recordarla los perredeistas, en particular la gente de Mejía.
