Por Rafael G. Santana
Los actos con motivo del 47 aniversario del ametrallamiento a los estudiantes frente al Palacio Nacional no tumbaron el gobierno.
Lo
s directivos del Comité Permanente 9 de Febrero del 1966 que se encargan cada año de recordar a los mártires y héroes de esta jornada patriótica por la entrega del presupuesto a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD); la desocupación de los planteles escolares convertidos en cuartele por las tropas de intervención de los Estados Unidos de Norteamérica, Honduras, Nicaragua, El Salvador, y Brasil; y la salida de los invasores del país demostraron firmeza, orden y participación organizada de los que tuvieron ese fatídico 9 de Febrero del 1966 frente al Palacio Nacional.
Las ametralladoras se encargaron de manchar de sangre las calles en la zona de la casa de gobierno donde murieron Antonio Santos Méndez, Miguel Tolentino, Luís Jiménez Mella y posteriormente el 3 de marzo murió Altagracia Amelia Ricart Calventi por causa de las heridas recibidas.
El Ministro de Interior y Policía Fadul que emitió una resolución prohibiendo los actos del 9 de Febrero se ganó el repudio de los ex dirigentes estudiantiles; las autoridades de la UASD; del Liceo Altagracia Amelia Ricart Calventi y de los altos dirigente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) Euclides Gutiérrez Feliz, Rafael Pérez Modesto (Rafa Pérez) y el doctor Fernando Báez Pozo, quienes gestionaron que se dejara sin efecto la medida.
El Ministro de Interior y Policía con esa postura asumió una posición arbitraria y contraria a la Constitución de la República que garantiza el derecho a reunir con fines pacíficos.
Es algo insólito que eso suceda en el gobierno de Danilo Medina, que viene demostrando ser un hombre humilde, respetuoso de los derechos humanos y solidarios. Por suerte Gutiérrez Feliz, Pérez Modesto y Báez Pozo corrigieron eso que estaba mal impidiendo un atropello innecesario.
Me permito sugerirle al Comité Permanente 9 de Febrero del 1966 que organice un acto para entregar pergaminos de reconocimiento a estos tres distinguidos funcionarios y dirigentes del PLD que salvaron la celebración de los actos. La terquedad de Fadul fue tal que mantuvo la prohibición, colocó por los alrededores del Palacio Nacional vallas de hierro para cerca de los que participaran en los actos y Pérez Modesto tuvo que responsabilizarse personalmente de la celebración. Ojala no se repita este comportamiento de Fadul que tiene dos años tomando la misma medida.
El ex presidente Leonel Fernández Reyna, cuando Fadul prohibió la celebración de los actos del 9 de Febrero en su gobierno le dio un boche desautorizándole y ordenando que se permitieran las actividades. Parece que Monchi Fadul no aprendió la lección y nuevamente en el gobierno de Danilo Medina, no se salió con la suya.
El 9 de febrero no tumbó el gobierno.