Por Rafael G. Santana
Los dirigentes históricos y fundadores del Club Deportivo y Cultural San Lázaro no salen del asombro por el interés de un grupito que medra en la organización de Jobo Bonito por desvirtuar la historia y el papel desempeñado en la sociedad por esta entidad.
Los 50 años de la fundación del club San Lázaro han sido secuestrados por quienes en el pasado enfrentaron las directivas del club por su firme posición de combatir la adicción a las drogas y levantar los principios morales.
En función de esto este clan se empecina en proyectar el baloncesto como único deporte que se practica en el club, y no así: San Lázaro es la conjunción de la diversificación donde se impulsaba las prácticas el béisbol, ciclismo, voleibol, fútbol, y atletismo, entre otras disciplinas. Durante las directivas de Francisco Pérez y Fernando Paulino el club tenía equipos en todas las categorías de los deportes señalados más arriba y un programa de actividades artísticas y culturales.
Es lamentable que se prefiera celebrar una mesa de debate sobre el baloncesto y no una mesa donde se analice el pasado, presente y futuro del club San Lázaro.Lo peor de todo es que el 50 aniversario recaiga en un comité organizador encabezado por Danilo Díaz Vizcaíno, hermano del símbolo lazáreño Peter Díaz que se ha dejado arropar por los que ayer combatían y odiaban a Peter Díaz Vizcaíno porque apoyaba a la directiva participando activamente y firmemente contra el consumo de drogas narcóticas en el barrio y en el quipo de baloncesto superior donde algunos jugadores consumían marihuana, vicio que todavía no han podido arrancar de sus cuerpos.Sobre estos males de ayer y de hoy es que se debería hablar en mesas de debates, conferencias y talleres.
El club San Lázaro duerme y los llamados “dirigentes actuales” sepultan su historia.