El presidente sirio, Bashar al Asad, dijo en una entrevista con la televisión rusa que no dejará el cargo por la presión extranjera y que esa decisión corresponde al pueblo sirio.
Assad dijo que el presidente «llega al poder con el asentimiento del pueblo a través de elecciones, y si se va, se va si el pueblo lo pide».
Asad fue reelegido en 2014 con un 88,7% de los votos.
Sin embargo, las elecciones solo se celebraron en zonas controladas por el gobierno y la oposición dijo que no tenían credibilidad por celebrarse en medio de una guerra civil.
Varias naciones de Occidente y parte de la oposición siria aseguran que no es concebible que Assad lidere el país cuando termine la guerra.
Assad dijo que Irán apoya a su gobierno «políticamente, económicamente y militarmente», pero negó que haya enviado fuerzas terrestres.
Los últimos comentarios se produjeron al tiempo que Rusia aumenta su presencia en Siria.
El apoyo de Rusia
En la entrevista, Asad dijo también que la crisis de refugiados -más de cuatro millones de sirios abandonaron el país y varios millones más fueron desplazados internamente, de acuerdo con datos de Naciones Unidas-, se debe al «terrorismo».
Assad pidió a los países occidentales que «dejen de apoyar a terroristas» si están preocupados sobre el flujo de refugiados.
El mensaje de Asad no es nuevo, dice el periodista de la BBC Sebastian Usher.
Desde los primeros días de la crisis siria, cuando se enfrentaba a la oposición no armada en protestas callejeras, dijo que se trataba de una batalla contra el terrorismo.
Lo que ha cambiado es el momento y las circunstancias. Assad y uno de sus principales aliados, Rusia, apuntan a la crisis de refugiados y al crecimiento de Estado Islámico como una prueba de que su posición ha sido la correcta, añade el periodista.
Credito: BBC Mundo