Por: Lic. Meribel Moreta Santana
El proceso de resolución de conflictos en el ciberespacio es denominado Resolución Electrónica de Disputas (RED) o también conocido en la denominación inglesa como Online Dispute Resolution (ODR). La teleconferencia, videoconferencia y los correos electrónicos son algunos de los recursos utilizados en la ODR, para resolver los procesos de Mediación, Negociación y Arbitraje.
Hace dos décadas era una utopía pensar que el internet jugaría un papel predominante en la mayoría de los servicios financieros, comerciales y de otra índole. Por lo que, no es una sorpresa que en “…julio de 2004 había, por lo menos, 115 servicios de ODR en todo el mundo, que obtenían más de un millón y medio de acuerdo.” (CONLEY TYLER, 2005)
La ODR es utilizada en los procesos de negociación, mediación y arbitraje referente a los conflictos públicos, comercio electrónico, nombres de dominios, comercio transfronterizos, familiares y empresariales. Ahora bien, hay una parte de mediadores y árbitros que no confían en la Resolución Electrónica de Disputas por no existir una comunicación presencial entre las partes.
Pero, si bien es cierto que una reunión virtual es impersonal, y no le permite al mediador sensibilizar a las partes para la resolución de su conflicto, no es menos cierto que en ocasiones los gestos negativos de las partes, impiden que las mismas puedan llegar al tan deseado acuerdo.
Lo que nadie puede negar es que la tecnología crece rápidamente, y que la ODR permite que las partes que se encuentran separadas por grandes distancias, puedan resolver sus conflictos en el espacio cibernético sin los costos de pasajes aéreos y viáticos.
El “internet puede convertirse en un foro mundial para la resolución alternativas de disputas en numerosas aplicaciones: ayudando a resolver grandes disputas multiparte entre compañías esparcidas por todo el globo, acordando a través de mediadores en línea, distintos temas subsidiarios previamente a las reuniones de Resolución Alternativa de Disputa (RDA) cara a cara, llevando a cerrar con éxito… disputas entre trabajadores y compañías con varias sedes a lo largo del país, y más” (Gordon, 2011, p.56).