Por Rafael G. Santana
En el libro “En la frontera del caos, la crisis mexicana de los noventa” del investigador y periodista Andrés Oppenheimer, dedica desde las páginas 98 hasta la 121, ha tratar la privatización de las empresas y la corrupción el gobierno de Carlos Salinas de Gortari.
En el enfoque se resalta la figura de Carlos Slim que se inició en los negocios de bienes raíces y la industria del cigarrillos llegando a ser calificado por Revista Forbes como uno de los hombres más rico del mundo.
Durante una cena donde asistieron los doces empresarios multimillonarios de México Slim “ofertó 50 millones de dólares para financiar la campaña electoral del Partido Revolucionario Independiente (PRI)”.
Sobre el particular en la página 98 Oppenheirmer narra lo siguiente: “ el PRI necesitaba un fondo de campaña de por los menos 500 millones de dólares” y el banquero Roberto Hernández, muy cercano a Salinas” lanzó la cifra que habían acordado con anterioridad los tres organizadores del banquete durante un desayuno en el University Club. “Señor presidente, me comprometo hacer todo lo posible para unir 25 millones de dólares. De pesos o dólares, preguntó uno de los multimillonarios –dólares- , respondieron Hernández, Ortiz Mena, y Borrego, casi a coro. El magnate de las telecomunicaciones, Carlos Slim, que había ganado la licitación del gobierno para privatizar el monopolio nacional de teléfonos, apoyó la moción, agregando sólo deseaba que los fondos se hubieran recaudado privado, y no en una cena, porque la publicidad del banquete se podría convertir en un escándalo político. En un país en que casi la mitad de la población vivía debajo de alinea de pobreza, habría preguntas inmediatas sobre cómo esos magnates – muchos de los cuales habían sido hombres de negocios de clase media hasta la reciente privatización de las compañías estatales- podían disponer de 25 millones de dólares en efectivo cada uno para el partido gobernante. Habría una ola de acusaciones de sobre la inmensa corrupción bajo la administración de Salinas”.
El amo y señor de la televisión, Emilio Azcarraga, hizo el siguiente pronunciamiento citado entre comillas por Oppenheirmer “yo, y todos ustedes, hemos ganado tanto dinero en los últimos seis años que creo que tenemos una gran deuda de honor con este gobierno y estoy dispuesto a duplicar lo que se ha ofrecido hasta ahora, y espero que me sigan muchos de los presentes. Se lo debemos al presidente y al, país”.
Para romper el silencio que existía en la sala “Don Carlos Slim dijo en un intento por romper el hielo, que le encantaría dar tanto como Azcarraga, si tuviera tanto dinero como él”.
El libro de Oppenheirmer concluye en la página 99 “para la medianoche, cuando el presidente partió, los empresarios más ricos de México se habían comprometido a contribuir con un promedio de 25 millones de dólares cada uno al partido gobernante, por un total de unos 750 millones de dólares”.
Más adelante en la página 99 Oppenheirmer afirma “poco después de que el monopolio gubernamental de teléfonos Telmex fuera vendido a Slim, quien había hecho fortuna en bienes raíces y la industria del cigarrillo, Salinas autorizó aumentos espectaculares en las tarifas telefónicas sin exigir mejoras correspondientes en el servicio de la empresa. En 1991, se permitió a Telmex aumentar las tarifas telefónicas en 247.4 por ciento.
Algo parecido sucede en la República Dominicana, Carlos Slim adquirió a Codetel y Claro aumentando las tarifas sin brindar a los clientes un servicio eficaz. Es tal el desprecio por los usuarios que Claro tiene una central telefónica donde recibe los reportes de averías que en ocasiones duran hasta una semana para reparararla sea en casa de familia, o negocio porque esto no le interesa a Claro, sino los servicios de celulares, la venta de tarjetas e Internet.
El calificado “hombre más rico del mundo” escogido nuevamente por la Revista Forbes, en el 2012 Carlos Slim aplica lo mismo aquí: aumenta de tarifas, malos servicios a los clientes y juego político en busca del poder gubernamental. Recientemente durante una estadía de Hipólito Mejìa, en Sinaloa, México Slim se tomó una foto que difundió por el mundo, y la misma tiene un mensaje implícito: Slim está en campaña electoral en la República Dominicana como lo ha estado en México llegando a ofrecer hasta 50 millones de dólares en efectivo para la campaña electoral del PRI en México. Y uno se pregunta que busca este hombre con ese juego político y electoral fotografiándose al lado del candidato Hipólito Mejìa, del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), un partido aliado del PRI.
El tiempo testigo mudo de la historia lo dirá y demás está decir que Salinas de Gortari, terminó en México en medio de un gran escándalo de corrupción y narcotráfico. Ojo con el mexicano Carlos Slim que está en campaña electoral en el país.