Por Rafael G. Santana
La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) convoca para el 19 del presente mes a una jornada de oración “por la convivencia armónica y el respeto a la libertad de conciencia de cada ciudadano”.
Es un mensaje a la prudencia, la participación cívica y el derecho que tienen los dominicanos y las dominicanas de ejercer libremente el voto. Este llamado se extiende a las comunidades cristianas no católicos a la sociedad.
Es importante que los obispos hagan saber la posición de la iglesia católica dominicana, que desde el pasado domingo los sacerdotes difunden en la homilía dirigida a la celebración de los elecciones del 20 de mayo.
Tenemos que oír la voz de la iglesia que exclama en los templos “oremos intensamente para que en ese día electoral reine la paz, la convivencia harmoniosa y el respeto a la libertad de conciencia que tiene cada ciudadano de ejercer libremente el voto tal como está consagrado en nuestra constitución”.
La exhortación es bastante clara: La iglesia católica aspira a un ambiente de paz y libertad en el proceso electoral donde la violencia, el fraude, la bellaquería de los partidos y los abusos no tengan espacio. Más que eso, se advierte que la iglesia no se quedará pasiva, sino activa para que se respete la voluntad popular.
Los que difunden posibles acontecimientos violentos tienen que saber una cosa: Aquí todo el mundo tiene algo que perder aunque penosamente sea la vida. Ahora bien, los que tienen más que perder son los nuevos millonarios, los grandes empresarios e industriales que viven en mansiones y las torres donde aterrizan y despegan helicópteros.
En caso de producir una revuelta auspiciada por la intolerancia, estos “nuevos millonarios, empresarios e industriales” tienen que saber una cosa, para llegar a los helicópteros tiene que ser por tierra lo que implica verse en medio de tumultos de personas donde nada está garantizado.
La reflexión de la iglesia es el camino a seguir dejando a un lado la pasión política y los intereses de diferentes índoles.
El pueblo debe estar alerta sin dejarse confundir ni manipular. Vamos a unas elecciones, no a la guerra. Lo importante es que el sistema dedocrático se fortalezca de conformidad a la constitución de la República y el que perdió perdió y el que ganó ganó.
Así debe ser la cosa, y por ustedes mismos no inventen que la candela puede quemarnos a todos.