Por: Salvador Pérez Núñez
Cuando Rafael Gregorio Santana me llamó para informarme que José Reinaldo Cruz H. (Joseito) quería comunicarse conmigo; entonces mi mente retrocedió a los años 70, cuando fui invitado por el compañero Erasmo Lara Peña a una reunión en Gazcue, en una casa grande sin muebles y en esa reunión resaltaba la presencia de Freddy Ginebra. A José Cruz lo conocí ese día memorable.
En la referida reunión se hablo de fundar o crear una institución que fuera una Casa Abierta, donde los jóvenes y los no jóvenes entraran y salieran con libertad, se hablo de una casa libre que formara un hombre nuevo antídoto o requisito para esta sociedad.
Casa Abierta nació hablando en alta voz, y quienes la fundamos aprendimos prontamente a ocultar el temor de manera que lo olvidamos. Decimos miedo, porque fue la primera vez que una institución se paro frente al problema de las drogas en esos tiempos y gracias a Dios, porque la sociedad nos acogió de manera total en cada rincón del país,
¿Qué quería hablar José Cruz conmigo hace tres meses?, como buen cubano que es él, siendo también un gran comunicador, me dijo que había decidido regresar al país, que es su patria adoptiva, pues estuvo viviendo en Miami por varios años, pero al venir fue a Casa Abierta a conversar con el señor Licdo. Radhamés de la Rosas con quien habían tenido una relación muy respetuosa y amigable. Le pidió que le permitiera colaborar en algún programa social, asegurándole que este, incluso, no necesariamente tenia que ser costeado por la institución, no se sabe por que el señor de la Rosa monto en cólera y se opuso con vehemencia llegando a faltarle el respeto no menos de cinco veces. Prácticamente lo echo fuera. Dice Joseito dice, que Radhamés se levanto de su asiento y me grito “Usted no significa nada para esta institución”, y usted es como Estepan o como cualquiera que se fue de aquí. Mientras este señor me increpaba me vino a la memoria, los acontecimientos anteriores donde esa misma boca me llenó de elogios y hasta dedico una casa a mi memoria en Palenque “Casa Joseito”, como el único fundador de Casa Abierta.
José Cruz continuo diciendo que salió triste de Casa Abierta, la cual acababa de “cerrarse” para él. Entonces me dijo algo confundido: “Pérez me cogieron de pendejo”. Moviendo la cabeza y frunciendo el seño. Reflexiono y me invito a que lo acompañara a una nueva etapa, mientras dijo “Salvador algo esta podrido en Dinamarca”. Hay que devolverle a Casa Abierta su identidad y pertenencia a la iglesia; su libertad, relevancia y compromiso social; pero empecemos por la ilegalidad de estos dos tipos.
Confieso que muchas veces me vi tentado a solicitar poder realizar algún trabajo social, sin ningún interés pecuniario, pues me quede con la idea original de Casa Abierta la cual siempre estuvo escasa de dinero y cuando laboré allí, me pagaban con grandes retrasos.
Existen personas dentro de las cuales estoy yo y José Cruz es un caso extremo, que cuando somos ofendidos sin razón y de manera abusiva, se nos aviva la inteligencia. Aquellas cosas las cuales nos pasaban por arriba y nos emboban, ocurre que ahora las vemos con una claridad pasmosa y esto nos hace generar ideas y acciones en cantidad, orientadas contra ese o esos abusadores.
José Cruz descubrió que Casa Abierta, estaba no solo secuestrada como dice Rafael Santana, sino que estaba muda, sorda y ciega como el personaje bíblico de Sansón. La Casa Abierta que fundamos era pobre pero en un sector de Gazcue, esta se dedico a los jóvenes mas necesitados del país. La nuestra trabajaba como orientadora social de la comunidad. Como luz sobre la mesa; la de ahora trabaja en la oscuridad sin mayor preocupación de orientar a la comunidad.
Nosotros rendimos cuenta al público, a la iglesia, a la junta de Directores Legítima, a los jóvenes organizados. Eramos una Casa Abierta crítica, no teníamos secretos. Esta que nos niega no merece el apelativo de ABIERTA.
Lo que procede ahora es darle a casa abierta su real dimensión y continuar la visión para la cual fue creada, de ser una voz y no un eco.
La Iglesia Católica con el Cardenal al frente y un grupo de meritísimos ministros de la iglesia están reclamando lo que es suyo. Sabemos que el cardenal suele tomar muy en serio los asuntos donde hay injusticias y también donde pudiera ser desacreditada la iglesia católica.
Esperamos que la Junta Directiva de Casa Abierta no se empecine en pelear un pleito que va ha perder.Que reflexionen y devuelvan Casa Abierta a su redil, a su identidad devuelvan su libertad a Casa Abierta y todo podría continuar para hacer el bien para la cual fue creada.